8 consejos para comer sano y barato.
A veces nos parece que comer sano puede
resultar caro, ya que alimentos como el pescado, determinados cortes de
carne, algunas verduras u hortalizas o productos como el sanísimo
aguacate se nos pueden ir de presupuesto. Pero te aseguro que comer sano
será la mejor elección que puedes hacer en tu vida y puede ser barato
si eliges bien los productos y sigues los siguientes consejos.
Planifica tus comidas
Planificar lo que vas a comer durante la
semana es una manera estupenda para evitar las tentaciones los días que
llegas cansado a casa, como esa estupenda pizza precocinada. Tendrás
a mano productos más sanos y rápidos de hacer como una estupenda y
completa ensalada. Además tirarás menos comida a la basura, lo que te
ayudará a desperdiciar menos alimentos y, por supuesto, menos dinero.
Haz la lista de la compra
Una vez hayas planificado tus
comidas, establece una lista de la compra y ajústate a ella cuando vayas
al supermercado. De este modo evitarás comprar cosas que ya tenías en
casa pero no recordabas o comprar cosas demás que realmente no necesitas
o no vas a gastar.
No vayas a comprar con hambre
Comprar con hambre es un verdadero error y un enemigo de tu objetivo de comprar comida sana. Según este estudio,
por ejemplo, cuando tienes hambre tienes más probabilidades de comprar
comida que no está en tu lista de la compra y hacer una compra impulsiva
llena de productos procesados,
ricos en calorías y bajos en nutrientes. En resumen, comprarás
productos menos saludables. Pero eso no es todo, según este otro estudio de la Universidad de Minnesota, los compradores hambrientos gastaron un 64% más que los que iban a comprar con el estómago lleno.
Evita los productos procesados
Ni te imaginas cuánto dinero puedes ahorrar
si empiezan a desaparecer de tu lista alimentos como los refrescos,
snacks, patatas chips, etc. Y cuánto vas a ganar en salud ya que estos
productos aportan más sal, grasas poco saludables y azúcares. Recuerda que lo primero que debes hacer para comer sano es evitar estar rodeado de productos poco recomendables y tener al alcance de tu mano comida saludable.
Compra los alimentos de temporada
Comprar alimentos de temporada y de cercanía
es habitualmente más barato que comprar alimentos fuera de temporada o
de lugares lejanos, ya que el transporte y almacenamiento encarecen su
precio. Comer sano es uno de los beneficios que puede tener esta opción
pero, además, estos productos suelen ser una mejor fuente de vitaminas, de minerales y de sabor. Tres por uno. ¡Yo no me lo pensaría!
Sustituye parte de la carne por otros tipos de proteína
La carne puede resultar cara, sobre todo
los mejores cortes. Por ello puedes sustituir algunas de las raciones de
carne por otros tipos de proteína como las proteínas vegetales
que te puede aportar un buen plato de legumbres. En invierno las puedes
consumir en guisos, pero también puedes consumirlas en forma de
ensalada o como hamburguesas vegetales. ¡No te quedes sólo con el
cocido!
Cocina más en casa
Cocinar más en casa te permite no sólo
controlar los productos que añades a tu comida, lo que significa
normalmente menos sal y menos grasa poco saludables, sino que además te
permite ahorrar.
Además, las opciones de comida sana fuera
de casa suelen ser bastante reducidas y repetitivas por lo que comer
sano puede acabar resultando aburrido. En cambio, si haces tuppers la
variedad puede ser mucho mayor. Te recomiendo buscar recetas por
internet o echarle un ojo a mi Facebook o Instagram o al blog Truco o Plato en el que Pakozoic te da estupendas ideas.
Si cambias comidas fuera de casa por
tuppers puedes mejorar tu alimentación y de paso ayudar a tu economía
doméstica. Así que intenta introducir esta opción siempre que te sea
posible.
Utiliza las sobras
Cuando cocinas en casa a veces quedan esas
malditas sobras que acaban yendo a la basura. En lugar de ello
utilízalas a tu favor. Cocinar más porción de lo que necesitas de
algunos platos puede resultar de gran ayudar para no pasarte el día
cocinando. Te recomiendo congelar por ejemplo las cremas de verduras o
incluso platos de arroz con verduras o las berenjenas rellenas. Quedan
igual de buenas una vez descongeladas y, además, pueden ser tu tabla de
salvación esos días que llegas cansado a casa.